Violencia en el Noviazgo

Unidad de Apoyo para el Aprendizaje


Proyecto PAPIIT Clave: IN404319

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Introducción

El amor es una compleja construcción sociocultural y en aquellas relaciones afectivas en las que se concreta la violencia, la frontera entre Eros y Tánatos es muy tenue; es decir, coexiste la energía creativa y proyectiva en compañía del otro (amado), con la energía destructiva de la posesión, el dominio y control del otro para el “reforzamiento” del sí mismo.

La violencia es una práctica que se aprende y se reproduce. Ante la carencia de otras opciones se ha convertido en la forma de resolver los conflictos existenciales, emocionales y sociales. El problema radica en el imaginario, en donde aparece como una práctica normal y naturalizada.

De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo; el resto lo mantiene en silencio, al considerar que estas conductas son normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar (Meta, 2016).

En el caso de México, nueve de cada 10 mexicanas, de entre 12 y 19 años, han sido agredidas durante el noviazgo (ibíd.).

La última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), de 2016, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), da cuenta de cómo el 43.9 % de las mujeres de 15 años o más ha sufrido algún tipo de violencia por parte de sus parejas a lo largo de sus relaciones. La violencia emocional es la más común de estas agresiones (40.1 %), seguida de la violencia económica (20.9 %), la física (17.9 %) y la sexual (6.5 %).

Gráfica de pastel que indica los tipos de violencia reportados en la encuesta Endireh, 2016
Inegi. (2016). Tipos de violencia. Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) [gráfica].

Así, la dinámica de la violencia en el noviazgo es compleja, pues existe una relación de cercanía, intimidad y enamoramiento que impide reconocer rasgos y/o acciones que manifiesten violencia. Pese a la creencia generalizada de que el noviazgo es una etapa de conocimiento e interacción entre dos personas en la que el amor, el respeto y el apoyo mutuo están presentes como pilares de la relación, algunas parejas no se escapan de la violencia.

Una forma de hacer frente a dicha violencia es reconocer sus diferentes tipos y manifestaciones, con el fin de no permitirlas, o bien, si se está en medio de una relación violenta, salir de ella, porque cualquier relación erótico-afectiva debe estar basada en el respeto y el mutuo consentimiento, en donde la violencia y la coacción no tienen lugar.

Identificar los diferentes tipos de violencia en las relaciones erótico-afectivas que se han construido a través de la idea del amor romántico, para prevenir las violencias en el noviazgo.

Breve historia del amor

Dentro de las relaciones de noviazgo, uno de los principales temas que está en debate constante entre la pareja es el amor; la cantidad de amor que damos y la cantidad de amor que recibimos. El tema del amor, como muchos otros, está cargado de nuestro contexto, nuestra educación y nuestra biografía, lo que precisa cómo amamos, cómo nos han amado y cómo dicen que tenemos que amar. Mucho impacta en estas ideas la cosmovisión y construcción de la definición del amor que realizan las sociedades. Y es que desde los primeros años de la historia de la humanidad hemos buscado una explicación/conceptualización que a la mayoría convenga, siendo esta búsqueda una constante en muchas civilizaciones; sociedades contemporáneas, como la nuestra, no están exentas.

En la antigua Grecia, Platón planteaba la idea del amor como dos esencias constituidas en un solo cuerpo y que por un castigo de los dioses fue dividido, condenado a buscar eternamente su otra mitad.

Pronto aparece el pensamiento judeocristiano, el cual, en su máximo libro, la Biblia, indica:

La caridad es sufrida, es dulce y bienhechora; la caridad no tiene envidia, no obra precipitada ni temerariamente, no se ensoberbece, no es ambiciosa, no busca sus intereses, no se irrita, no piensa mal, no se huelga la injusticia, complácese, si es la verdad: a todo se acomoda, cree todo bien del prójimo, todo lo espera y le soporta todo. (1 Corintios 13: 4-7)

En las anteriores conceptualizaciones se puede observar un tipo de amor altruista, basado en el sacrificio propio, una idea que dicta que el amor todo lo soporta y al que siempre debe vérsele con cara positiva, aun con tratos malos, tratos violentos o desiguales.

Amor romántico

Esta idea del amor que todo soporta y todo puede ha permanecido por muchos años; hace poco tiempo melodramas televisivos se reproducían uno tras otro, consumiendo horas y horas en los televisores de las familias, acompañando cenas, comidas y hasta desayunos, en donde el amor romántico era el protagonista.

Definamos un poco el amor romántico:

Infografía sobre el amor romántico

Además de los melodramas, películas, novelas y series, la mayoría de las culturas y religiones fomenta el amor romántico, promoviendo la idea de que es mejor dar que recibir; tal pareciera que pensar en una misma o en uno mismo a la hora de amar es incorrecto. Parece irónico que las sociedades contemporáneas que, por un lado, buscan la independencia, la autonomía, la libertad y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, apoyándose en corrientes teóricas como los feminismos, por otro, sigan repitiendo relaciones basadas en ese amor romántico, en ese amor que desde una postura idealista busca hacernos creer que las relaciones perfectas son aquéllas que, a pesar de todo, se mantienen unidas, sin importar los tratos desiguales, violencias y, lo más importante, sin que importen las personas. En estas sociedades, en donde el desamor es uno de los principales protagonistas, es mejor vivir en pareja, sin importar lo que se tenga que aguantar en la relación; todo es mejor que quedarse sola/o, pues históricamente la soledad está asociada al fracaso. Nada más alejado de la realidad, porque la soledad no tiene que mostrarse como un castigo, sino como una posibilidad que tienen las personas de estar o no en compañía.

Marcela Lagarde (1990) argumenta que en sociedades patriarcales construir una pareja implica mantener una relación dispareja, en donde a los hombres se les ama y son las mujeres a las que les toca amar. Dentro de construcciones conyugales queremos emparejar lo disparejo.

La comunidad LGBT+ no está exenta de los estereotipos aquí planteados; de ahí la necesidad de que las personas en general identifiquen cómo esta idea del amor romántico puede conducirlas a vivir una serie de violencias, pero, sobre todo, conocer que se puede amar sin violencias.

Violencias en el noviazgo

En ocasiones cuesta trabajo reconocer la vivencia de las diferentes violencias en el noviazgo, en gran medida por las ideas sobre amor romántico con las que hemos sido educadas/os, y considerando que en la etapa del enamoramiento hay cierta ceguera hacia las actitudes violentas, más allá de la violencia física (golpes visibles), las formas que toma la violencia psicológica, económica, patrimonial o sexual en ocasiones se normalizan y pasan desapercibidas. Por ello resulta importante conocer cada una de ellas y cuáles son sus manifestaciones.

A continuación, podrás conocer los tipos de violencia, de acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia:

Se refiere a actos u omisiones que dañen la estabilidad psicológica; puede consistir en negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, desamor, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales llevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio.

Se trata de cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones, sean internas, externas o ambas.

Acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades; puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima.

Acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral.

Se refiere a actos que degraden o dañen el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima, atentando contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto.

(Inmujeres, 2007, p. 12)

Santillán, M. y Gutiérrez, B. (2019). Infografía: Amor violento. UNAM-DGDC [infografía]. Tomada de http://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/74/infografia-amor-violento-

Identificar los diferentes tipos de violencia te ayudará a reconocer si algunos de ellos o varios están presentes en tu relación. El noviazgo es una etapa importante en la vida de las personas y ésta debe estar libre de cualquier tipo de violencia. Si identificas alguna es importante que lo comentes con las personas de tu confianza y/o acudas a servicios especializados que puedes encontrar en tu escuela o en las instituciones de apoyo a personas que viven violencia.


Autoevaluación 1. ¿Violento yo?

Después de revisar los diferentes tipos de violencia, te proponemos que realices un ejercicio muy sencillo, para identificar si ejerces algún tipo violencia.

Ten presente que la violencia es algo que se aprende, pero también se puede desaprender, e identificar si se ejerce es el primer paso para desmontarla de la vida de las personas.


Autoevaluación 2. ¿Vivo una relación violenta?

Para lograr eliminar la violencia de las relaciones de noviazgo es indispensable reconocerla, para erradicarla y construir vínculos afectivos sanos, libres de cualquier tipo de violencia.

Herramientas para la construcción de noviazgos libres de violencias

Con la información y autoevaluaciones realizadas, seguramente podrás darte cuenta de si estás viviendo alguna o varias violencias en el noviazgo, experimentándolas o siendo tú quien las está ejerciendo. Si por el momento no te encuentras en una relación, puedes reconocer los tipos de violencia existentes y los estereotipos derivados del amor romántico, para evitar reproducirlos y erradicar la violencia de tus relaciones erótico-afectivas.

Resulta fundamental reconocer que vivir relaciones de noviazgo en donde existe desigualdad, desvalorización, celos, agresiones verbales y físicas, dejará secuelas que afectarán directamente el autoestima, llegando incluso a la propia desvalorización; por ello, si has identificado que tu relación puede ser violenta y presenta cualquiera de las manifestaciones que hemos revisado o sus múltiples variaciones, de acuerdo al contexto, recuerda que violencia es violencia y ten presente que no estás sola/o. Puedes apoyarte en tu familia y escuela; además, existen grupos de apoyo, centros de atención, espacios públicos y privados que ofrecen ayuda y acompañamiento a víctimas de violencia.

Pero, además de identificar la violencia en el noviazgo, ¿qué más se puede hacer para prevenirla o erradicarla? A continuación, te proponemos algunas herramientas que puedes desarrollar para lograr construir relaciones sanas, libres de cualquier tipo de violencia.

En las relaciones de noviazgo o en cualquier relación en donde establecemos vínculos efectivos, en ningún momento se debe limitar la libertad de nadie.

Comenzar o estar en una relación de noviazgo implica, desde luego, un compromiso; sin embargo, es importante no olvidarse de sí misma/o en la relación.

Esta primera herramienta nos remite a trabajar, fomentar, alimentar el autoconcepto, es decir, la imagen que se tiene sobre sí mismo/a, en donde el amor, el reconocimiento, el compromiso y la entrega sea en primera persona, para poder compartir lo que se es con alguien más, si es que así se decide, por el tiempo en que resulte una relación en la que los/as participantes se encuentren bien.

Esta herramienta hace referencia a que en una relación amorosa no se debe estar por obligación y tampoco se debe obligar a nadie a hacer algo que no quiera.

En el noviazgo, ninguna de las personas que participa de la relación debe verse obligada a tener relaciones sexuales (aunque se haya estado en un juego sexual previo, porque es válido decir en cualquier momento “ya no quiero”, “no más”, “hasta aquí”), besarse, tocarse o “halagarse”.

No des por sentado cosas en tu relación. Pregunta cómo se siente la otra persona y pregúntate también cómo te sientes tú en esa relación y hasta dónde quieren llegar.

Cuando hablamos de amor es necesario identificar qué significa para ti y qué significa para tu pareja; en ese sentido, se pueden construir significados de amor mutuo y colectivo.

No es una tarea sencilla, pues sabemos que cuando hablamos de amor, no se puede hablar en abstracto, sino de manera contextual, pues cada una/o de nosotras/os hemos sido educadas/os por los diversos contextos de los que somos partícipes; se nos educa distinto y se nos enseña a amar diferente. Pero al conversar, escuchar y comunicarnos asertivamente, podemos expresarnos, comprendernos y favorecer nuestras relaciones afectivas.

En las relaciones de noviazgo es fundamental comenzar tomando acuerdos, entendiéndolos como tratos que benefician a ambas partes, estableciendo límites, compartiendo intereses, respetando los espacios de cada uno; en fin, todo aquello que pueda constituir a las personas como una pareja. Ello incluye saber si parten del piso, es decir, si buscan lo mismo respecto a fidelidad, compromiso, respeto y cuidado. Cuando no se definen cuáles son los objetivos en una relación, se puede correr el riesgo de caer en errores constantes, cuya consecuencia puede ser la fractura de la relación, errores que en gran medida se cometen, por continuar con la idea del amor romántico.

Conclusiones

Las buenas relaciones requieren de una comunicación constante en igualdad de condiciones, donde la pareja no pierda la perspectiva del derecho a ser respetada y a respetar. Los principales rasgos de una buena relación son el respeto, la negociación, la igualdad, la equidad y la justicia, la aceptación de las diferencias, las responsabilidades compartidas, el comportamiento sin amenazas, asumir conjuntamente responsabilidades. Lograr relaciones basadas en el respeto; exige tener bien claro lo que esperas de la otra persona, decírselo de manera asertiva, clara y no darlo por hecho. (SEDF, 2008, pp. 40-41)

Así, el noviazgo es la posibilidad de vivir y experimentar relaciones que posibiliten bienestar y crecimiento.

Actividad. Estrategias en las relaciones libres de violencia

Para construir relaciones erótico-afectivas, además de identificar los tipos de violencia existentes, es importante reconocer las falsas y peligrosas expectativas que nos impone el amor romántico, contrarrestándolas con herramientas o estrategias que nos permitan experimentar y disfrutar de un noviazgo sano.

Fuentes de información

Bibliografía

  • Beauvoir, S. (1987). El segundo sexo. Siglo XX.
  • Cacho, L. (2018). #Ellos Hablan: Testimonios de hombres, la relación con sus padres, el machismo y la violencia. Grijalbo.
  • Lagarde, M. (1990). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. UNAM.
  • Secretaría de Educación del Distrito Federal (SEDF). (2008). Tu futuro en libertad. Autor.

Documentos electrónicos

  • Inegi. (2016). Encuesta Nacional sobre Dinámicas de las Relaciones en los Hogares (Endireh). https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/endireh/2016/doc/endireh2016_presentacion_ejecutiva.pdf consultado el 04-05-2020
  • Inmujeres. (2007). Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/lgamvv.pdf consultado 04-05-2020
  • Meta, D. (2016, 6 de abril). 9 de cada 10 adolescentes sufren violencia en el noviazgo: OMS. https://www.milenio.com/policia/9-10-adolescentes-sufren-violencia-noviazgo-oms el 04-05-2020

Cómo citar

García, L. y Bruno, R. (2021). Violencia en el noviazgo. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/FES Acatlán-UNAM. (vínculo)