La actividad universitaria en el ámbito de las humanidades radica fundamentalmente en la calidad de los comentarios emitidos respecto de un tema estudiado; de ahí, encontramos la importancia de buscar un método que nos asegure una competencia efectiva en la elaboración de juicios críticos y objetivos. Si bien no hay un resultado correcto, ni mucho menos incorrecto, lo esencial para comentar un texto es sustentar una razón como fundamento para nuestras opiniones y justificar el contenido de nuestras valoraciones.
El comentario de textos es una actividad compleja para quienes están interesados en expresar, de manera objetiva, una opinión. A menudo, se recurre a comentar la impresión generada a partir de la lectura, lo cual no es del todo incorrecto, siempre y cuando se justifique y se incluyan las razones que la fundamenten, lo que resultará muy importante para distinguir entre las impresiones de la lectura inicial y las que surgen de las relecturas.
Entonces, hay que considerar una lectura de exploración dedicada única y exclusivamente al completo placer de conocer el texto por primera vez; es cuando comprendemos, palabra a palabra, cuál es el mensaje que busca transmitirnos; en una segunda lectura, nos dedicaremos a identificar patrones, recursos e intenciones, en suma, a describir la estructura de nuestro texto.
No se busca que el comentario esté lleno de erudición como lo hicieran los críticos literarios más experimentados, pues esto puede resultar frustrante; por el contrario, sólo pretendemos fortalecer una habilidad académica, con la finalidad de que se convierta en una expresión objetiva.
La manera más próxima para llegar a la objetividad es acompañar nuestro comentario de fundamentos teóricos, pero este último aspecto representa un problema, por la gran cantidad de teorías sobre cómo comentar un texto; por esta razón, en el estudio de este tema, será necesario revisar los elementos de análisis que dos de las corrientes teóricas más importantes de los últimos tiempos nos ofrecen para comentar un texto: la estilística y el estructuralismo.
Cuando se trata de comentar un texto literario, la complejidad es mayor, pues éste posee el carácter natural de albergar, en unas cuantas palabras, múltiples significados, por lo que la interpretación que surja a partir de una lectura puede ser subjetiva. Para eliminar los posibles rasgos subjetivos, la teoría literaria se ha encargado de reflexionar sobre un método que logre llevarnos a una opinión más objetiva. En el último siglo, han proliferado distintas teorías que pretenden dar a la literatura un carácter disciplinario e, incluso, científico, dentro de las cuales la estilística es la más aceptada y difundida actualmente.
La teoría estilística sugiere tomar en cuenta las recurrencias en la selección de las palabras que pueden estar repetidas, en un tipo de enunciado o en expresiones que aludan a los mismos significados. Posteriormente, se debe proponer una explicación sobre por qué el autor ha hecho esa selección lingüística para construir su texto, por lo que podemos valernos de relacionar estas observaciones, con las fuentes o el contexto histórico del autor, los datos autobiográficos y los detalles de la obra.
Rodríguez, A. A. (2016). Círculo filológico [imagen]. Tomada de Rodríguez, A. A. (2016). Las teorías literarias y el análisis de textos. México, p. 17.
De esta manera, la estilística sugiere que el procedimiento para elaborar un comentario de un texto consiste en leer la obra literaria y, luego, determinar un detalle que se relaciona con los datos biográficos del autor; estos detalles y datos se ponen en contexto con las fuentes utilizadas para elaborar la obra o bien la propia historia del texto y el autor, para finalizar con la comprobación de nuestra impresión.
La estilística tiene sus bases en las investigaciones de variados autores, como Wilhelm von Humboldt, Charles Bally, Karl Vossler, Erich Auerbach, así como en los estudios de Leo Spitzer, quien en sus libros ha proporcionado la mayor parte de las guías para llegar a un método de análisis, basado en la historia, la evolución de la lengua, la gramática histórica y los elementos biográficos que expliquen las circunstancias sociales y culturales por las que un autor ha decidido insertar tal o cual elemento en un texto determinado.
Lograr la exposición de un texto a través de un comentario crítico puede entrenarnos, a través de la práctica, a dirigir el pensamiento hacia una forma más científica de estudiar las humanidades; en este sentido, la estilística nos permite extender la utilidad de un comentario en múltiples ámbitos, desde presentar un trabajo escolar, como podría ser un ensayo, hasta planear una exposición oral.
Para lograrlo, es muy importante realizar una primera lectura del texto en la que sólo te dediques a disfrutar de éste; cuando hayas conocido el texto en su totalidad, será el momento para comenzar a trabajar con él de manera sistemática, así que te recomendamos que sigas los siguientes pasos para realizar un análisis, según Rodríguez (2016):
Realizar una lectura de comprensión y buscar palabras desconocidas en el diccionario.
Localizar un detalle lingüístico recurrente, puede ser una palabra repetida, un tipo de enunciado o expresiones que aludan a los mismos significados.
Determinar el tema que resuma el contenido o la idea central en torno a la que gira el texto, en un enunciado de no más de cinco palabras.
Determinar la estructura del texto; por ejemplo, buscar los apartados, fijar la estructura métrica o definir cómo se distribuye el contenido del texto.
Relacionar la forma de la estructura, con el tema determinado en el paso 3.
Elaborar una conclusión en la que se presenten las observaciones realizadas a través de este análisis y añadir las impresiones personales.
La propuesta de Carreter y Correa se basa en la siguiente premisa: se debe llevar a cabo una lectura atenta del texto, pero se debe tener cuidado, pues en este paso sólo esperamos “comprender” el mensaje del texto, lo cual no debemos confundir con “interpretar”, ya que son dos categorías diferentes de cognición: éste sólo es el momento de buscar palabras en el diccionario e identificar apartados o versos, en su caso. Con el siguiente ejemplo, veamos, paso a paso, cómo elaborar un comentario de un texto, con base en la teoría estilística:
Realizamos una primera lectura:
“Del origen”
[Fragmento]
Trastornados cruelmente por el vino
nosotros, antes dulces invasores,
infibulamos hembras ajenas
fraguamos infanticidios infaustos
e insultamos deidades extranjeras
pero en la doncella prisionera
que jugamos risueños a las cartas,
en la algaraza tersa de su carne,
en su entraña jocunda y virginal
se albergaba ya el contagio punitivo.
González, A. (2010). La peste. Ciudad de México: El Tucán de Virginia-Conaculta.
Quizá haya palabras que desconozcas, por ejemplo, las que están en negritas, por lo que es conveniente buscar su significado en el diccionario.
Hemos identificado que el poema usa palabras que esconden un significado a simple vista, además, emplea varias palabras que sugieren un significado erótico; es decir, hace referencia a la sensualidad y las sensaciones de los sentidos; se oscurece el significado, no por censura, sino para recrear el misterio que remite a otra época, como sugiere el título del libro —La peste—.
Resumimos el tema en una oración, que puede variar según la perspectiva del lector; en este caso, podría ser “recreación del erotismo de otras épocas”.
Determinamos la estructura del texto; en el caso de un poema, debemos contar las estrofas, los versos y las sílabas y determinar el patrón de la rima. Nuestro fragmento tiene una estructura tradicional denominada décima porque está constituido por:
•Una estrofa de 10 versos.
•Siete versos de 11 sílabas —endecasílabos— y tres de 10 —decasílabo—.
•El patrón de la rima es asonante, el cual se liga según el número de sílabas.
Relacionamos la estructura con el tema determinado; en nuestro caso, la estructura tradicional puede relacionarse con la parte temporal de nuestro tema; así que la estructura apoya la ilusión de antigüedad, también reflejada en la dificultad de acceso al significado de algunas palabras.
Elaboramos unas conclusiones que reúnan los pasos anteriores. Aquí, es donde escribimos el comentario que podría quedar de la siguiente forma:
El texto “Del origen” de Armando González es un fragmento que pertenece al libro La peste. En él, se recrea una forma de erotismo usual en otras épocas, a partir de una selección de palabras que, con un sentido de difícil acceso, provocan misterio y sensualidad. Ya desde el título del libro, se sugiere un sentido de antigüedad, que se reafirma con una expresión en plural como “dulces invasores” que insultan deidades extranjeras, lo que evoca una imagen mental de un pasado, probablemente medieval, donde ocurrían, al mismo tiempo, invasiones y enfermedades mortales.
Evidentemente, hay una asociación religiosa, propia del tiempo que recrea el poema, para indicar que el erotismo y la sensualidad tienen una consecuencia fatal, pues luego de la actuación sin mesura, viene un “contagio punitivo”.
Este enfoque literario se desarrolla en Francia y concreta su método de análisis con la incorporación de las técnicas propuestas por el formalismo ruso, la antropología estructural y el estructuralismo del círculo de Praga (Rodríguez, 2016).
Roman Jakobson (1984) definió en su célebre conferencia “Lingüística y poética”, que la literatura tenía los mismos elementos que constituyen cualquier otra situación comunicativa, con la diferencia de que la función que cumple el producto literario es centrar su atención en el mensaje mismo.
Es posible, entonces, iniciar un comentario con base en el análisis estructuralista de un texto, partiendo de una descripción de sus componentes lingüísticos y retóricos, por lo que un primer nivel de acercamiento consistiría en describir el uso que un texto ejerce sobre las funciones de la lengua, los aspectos de los signos lingüísticos, las reglas poéticas de ritmo, métrica y rima en un poema, ambigüedades semánticas, símbolos, etc.; sin embargo, con el avance en la conceptualización de las investigaciones estructurales, se han identificado algunos conceptos que resumen la composición de los textos y nos pueden ayudar a describir su estructura en particular; a continuación, te presentamos una selección de los más importantes para describir un relato, pertenecientes a la terminología de Gérard Genette, presentada por Terry Eagleton (1988).
Todos estos conceptos nos sirven para describir la estructura de un texto del género narrativo, es decir, para descomponerlo en sus partes; no obstante, no es suficiente con enumerar estas características; además, hay que hacer un trabajo de reconstrucción para informar cuál es el mecanismo que sigue el texto para lograr transmitir el mensaje pretendido.
Para proceder a la reconstrucción, podemos seguir los mismos pasos del método estilístico, incluyendo una propuesta del sentido de la presencia de los elementos de la narración; es decir, interpretar aquí significaría sugerir una explicación de la presencia de ciertos elementos narrativos, en detrimento de otros. Veamos, a través de un ejemplo, cómo construir el comentario de un cuento con base en la teoría estructuralista.
Leemos el texto dado:
“Página asesina”
En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.
Cortázar, J. (1962). Historia de cronopios y de famas. Ciudad de México: Ediciones Minotauro.
Las palabras que se repiten hacen referencia al mundo de la lectura, por ejemplo, páginas, libros, lectores; se entiende que este mundo es de fantasía que, por tanto, no existe en la realidad, pero al final del cuento, se muestra una palabra que repercute en el mundo real.
Determinamos el tema del cuento: la posible y circunstancial muerte del lector de un libro.
La estructura del texto se trata de un cuento breve, que inicia en medio del asunto que trata y termina con una sola palabra que representa un final sorpresivo.
La estructura y el tema se relacionan para, en conjunto, formar una fórmula de sorpresa que unen un mundo de fantasía con su inclusión en un mundo de fantasía. Además, el narrador es heterodiégetico porque está ausente del relato; podemos identificar que no está enfocado y tiene un punto de vista externo.
Elaboramos un texto para resumir las conclusiones del proceso de análisis; en éste, es muy importante proponer un sentido a todos los elementos de la estructura:
El texto “Página asesina” de Julio Cortázar pertenece al libro Historia de cronopios y de famas. Se trata de un cuento breve sobre la posible muerte de un lector al enfrentarse a un libro en ciertas circunstancias. Dentro de esta estructura breve, un narrador heterodiegético y omnisciente intenta compactar una gran sorpresa en pocas líneas. La constitución de esta fórmula radica en el planteamiento de un mundo que no puede existir, dentro de uno real.
Primero, el mundo de ilusión está fundamentado en palabras que refieren a la lectura y su inclusión en el mundo de la realidad resulta paradójica porque la página asesina siempre está en blanco. El significado puede ser múltiple; por ejemplo, el fin de la lectura, por lo cual, el lector, textualmente, morirá.
Ante la multiplicidad de teorías que ayudan como base para comentar un texto, resulta necesario establecer un método general, a manera de una guía que pueda asegurarte la vía de acercamiento académico a la ejecución de esta ardua tarea.
Conocer la mayor cantidad de elementos que describen la estructura de un texto narrativo nos permitirá ampliar las posibilidades de construir un comentario mucho más preciso.
Fuentes de información
Bibliografía
Basulto, H. (2016). Curso de redacción dinámica. Ciudad de México: Trillas.
Carreter, L. F. y Correa Calderón E. (1985). Cómo se comenta un texto literario. Madrid: Cátedra.
Cassany, D. (1998). Describir el escribir. Barcelona: Paidós.
Cassany, D. (2010). Afilar el lapicero. Guía de redacción para profesionales. Barcelona: Anagrama.
Cassany, D. (2014). La cocina de la escritura. Barcelona: Anagrama.
Eagleton, T. (1988). Una introducción a la teoría literaria. México: FCE.
Jakobson, R. (1984). Lingüística y poética. En Ensayos de lingüística general (pp. 347-395). Barcelona: Seix Barral.
Rodríguez, A. A. (2016). Las teorías literarias y el análisis de textos. Ciudad de México: Dirección General de Publicaciones-UNAM.
Serafini, M. T. (2009). Cómo se redacta un tema. Didáctica de la escritura. Ciudad de México: Paidós.
Bibliografía
Alonso, M. (1990). Ciencia del lenguaje y arte del estilo. Madrid: Aguilar.
Maqueo, A. M. (2016). Redacción. Ciudad de México: Limusa.
Martín, G. (1999). Curso de redacción. Del pensamiento a la palabra. Teoría y práctica de la composición y del estilo. Madrid: Paraninfo.
Serafini, M. T. (1996). Cómo se escribe. Ciudad de México: Paidós.
Cómo citar
Mejía, A. (2018). Comentario académico de textos. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/Facultad de Estudios Superiores Acatlán-UNAM. Consultado el (fecha)