1880

James Albert Bonsack inventó la máquina para hacer cerca de 120 000 cigarrillos al día; antes de esto, los cigarrillos se fabricaban de manera manual.

1914-1918 y 1939-1945

Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, hubo suministros gratuitos de tabaco a los soldados como forma de subir su “moral de combate” y “disposición para la batalla”, lo que determinó que, al final de estos conflictos bélicos, una gran cantidad de hombres excombatientes fueran fumadores (Pierce et ál., 2002).

1950-1960

Fue en esas décadas que se tuvo conocimiento de que el cigarro se asociaba de forma directa con cáncer de pulmón, con los estudios realizados por Doll y Hill, quienes, en Inglaterra, inician sus famosos estudios de cohorte que demuestran los efectos del consumo de tabaco en los médicos ingleses.

1964

Se apoyó esta evidencia con la publicación del libro Smoking and health: report of the advisory committee of the surgeon general of the public health service de los Estados Unidos de Norteamérica, en el cual se compilaba toda la evidencia científica generada hasta ese momento sobre los efectos del tabaco y se concluía que fumar causaba cáncer de pulmón y de laringe en hombres, además de bronquitis crónica e infartos (Thirión-Romero et ál., 2018).

1970

A pesar de esto, las industrias tabacaleras permanecieron en el mercado con diferentes estrategias; así, adoptaron en la década de 1970 la popularización del consumo de cigarrillos con filtro y los light, haciéndolos pasar por productos “más seguros” y “menos dañinos” para la salud de los usuarios (Córdoba y Nerín, 2009). Las mujeres se transforman en un grupo blanco para las estrategias de las tabacaleras y se hacen campañas y marcas (Virginia Slims) exclusivamente para ellas.

1980

En los ochenta, se empezaron a crear reformas para la regulación del consumo de este producto en Inglaterra, como fue la prohibición de publicidad de cigarros por la televisión y el aumento de impuestos en los productos de tabaco; sin embargo, los objetivos eran la regulación, no la prohibición, ya que las tabacaleras aún negaban el poder adictivo de la nicotina y no la clasificaban como una droga.

2003

No fue sino hasta 2003 que se crea el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que, en 2005, los países miembros empiezan a implementar; no obstante, a pesar de esto, la compra y venta de productos de tabaco sigue hasta nuestros días. México firmó y ratificó este convenio en 2004-2005, comprometiéndose a aplicar las medidas sugeridas en este tratado internacional para control del tabaco.

2007

Aunque ya había una patente de un cigarrillo electrónico presentada en 1963 por Herbert A. Gilbert, ésta no prosperó y en 2003 un farmacéutico fumador llamado Hon Lik en China, diseñó un cigarrillo electrónico, después de que su padre muriera de cáncer de pulmón. En 2007, estos productos llegan al mercado de Estados Unidos de Norteamérica y se empiezan a difundir a todo el mundo, incluido nuestro país.