La tetanalgesia es un procedimiento que se ha venido empleando en los últimos años, que consiste en pegar al pecho materno, para succión y consuelo, a los niños recién nacidos y lactantes, al momento y durante el tiempo que se van a someter a procesos dolorosos o estresantes, con objeto de atenuarlos.
Anteriormente, se consideraba que los niños no sentían dolor o, por lo menos, no guardaban memoria de las agresiones que sufrían en esta etapa; sin embargo, se ha comprobado que los niños que viven dolor y estrés pueden tener repercusiones en el futuro tanto físicas como conductuales.
Éste es otro de los grandes beneficios que tiene la práctica de la lactancia materna y la puede llevar a cabo todo el personal de salud que atiende lactantes, desde procesos simples como aplicación de inyecciones, vacunas y curaciones, hasta cirugías, donde se ha demostrado que tienen mejor pronóstico cuando el bebé se recupera sintiendo la calidez materna y el sabor de la leche.
Bebé amamantando y sometido a un proceso de inyección
Término creado para designar uno de los efectos de la lactancia natural y su aplicación como medida de analgesia no farmacológica; es decir, sin medicamentos.
Se define como el uso de la leche materna o el amamantar para mitigar el dolor neonatal, ante los procedimientos más comunes, como aplicación de vitamina K al nacer, vacunas, punción de vena y talón con fines diagnósticos (Villani y Serafini, 2006).
Durante mucho tiempo, se pensó que los recién nacidos no sentían dolor o no guardaban memoria de hechos dolorosos durante su atención al nacer. Nada más lejos de la realidad. El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable; ante éste, se puede presentar daño tisular real o potencial; es el resultado de un poderoso estímulo que ayuda a crear comportamientos primitivos de supervivencia y de aprendizaje subconsciente para evitar el peligro (International Association for the Study of Pain, s. f.).
Se han descrito tres tipos de dolor:
Es producido ante una lesión tisular causada por un estímulo nociceptivo y contiene un significado funcional de alarma para el organismo.
Es el que persiste más allá del tiempo de resolución de la causa o patología que lo originó; constituye un síndrome o enfermedad que carece de función protectora, cuya característica psicológica es la depresión.
Es aquel que surge del dolor basal en forma inusitada, de fuerte intensidad y de difícil control.
A partir de la sexta semana de gestación (SDG), hay conexiones neurosensoriales y células en el asta dorsal de la médula espinal. En la semana 20, hay receptores sensoriales; en la 30, hay mielinización de las vías dolorosas al tronco encefálico y tálamo.
La norepinefrina, el ácido gama-aminobutírico, la glicina y la encefalina bloquean la liberación de sustancia P, glutamato y otros neurotransmisores excitatorios.
Éstos son la sustancia P, el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP, por sus siglas en inglés) y la neurocinina.
Éstos actúan sobre el N-metil-D-aspartato (NMDA), induciendo una despolarización prolongada; de esta manera, surge un fenómeno de wind up, así como la sensibilización central.
El dolor va del estímulo nociceptivo —aguja—, que se transmite a través de fibras transmisoras periféricas, mediante el intercambio de neurotransmisores y el envío de la señal a la médula ósea y encéfalo.
Los recién nacidos hospitalizados están sometidos a innumerables procedimientos dolorosos y estresantes. Con el avance tecnológico, se ha logrado la sobrevida de prematuros extremos, que pueden ser sometidos a cirugías completas y ha sido necesario revalorar el dolor en estos infantes. Estudios recientes en unidades de cuidados intensivos neonatales han demostrado que un neonato recibe entre 100 a 120 estímulos táctiles en 24 horas, lo que indica que es estimulado cada 10 a 15 minutos.
Anand (2000) concluyó que la exposición repetitiva a dolor en la infancia puede llevar a la alteración de la sensibilidad, aumento de la ansiedad, trastorno de déficit de atención con hiperreactividad de conducta y deterioro en la memoria, la socialización y la expresión de sentimientos.
Los neonatos sometidos a dolor presentan manifestaciones clínicas y de laboratorio, como:
El tratamiento del dolor debe ser una prioridad en el manejo del paciente neonato. Es considerado en la actualidad el “quinto signo vital”. En cuanto a escalas para medir expresiones faciales de dolor, se encuentran PAT (pain assessment tool), SUN (scale for use in newborns) y COMFORT.
Caras de bebés con expresiones de dolor
Respuestas fisiológicas, bioquímicas y conductuales al dolor
Por otro lado, la intervención conductual se refiere al contacto piel a piel en la lactancia materna, antes, durante y después del proceso doloroso.
Bebé amamantando y en proceso clínico
Shah et ál. (2008) analizan todos los ensayos clínicos que evalúan los efectos de la lactancia o de la leche materna durante un procedimiento doloroso, desde 1966 hasta 2006, y concluyen que, en los neonatos, la lactancia se asoció con una reducción de los cambios de la frecuencia cardiaca, la duración del llanto, el porcentaje de tiempo de éstey con la mejoría en medidas de dolor convalidadas y no convalidadas, cuando se comparó con placebo, ninguna intervención o cambio de posición. En suma, de las intervenciones no farmacológicas para mitigar el dolor neonatal, la tetanalgesia es básica y se apoya en la lactancia materna, el estímulo olfativo y el contacto piel con piel.
De ahí, se halla la importancia de que, desde el nacimiento se propicie un apego temprano, el contacto piel con piel y el inicio de la lactancia materna, así como una atención amable al nacimiento, dirigida a promover un buen neurodesarrollo y disminuir la morbimortalidad neonatal y garantizar la calidad de vida del niño.
Un método que apoya enormemente la tetanalgesia es el de “madre canguro”, que consiste en mantener a la madre y al recién nacido en contacto piel con piel, lo que brinda al bebé estabilidad térmica, cardiorrespiratoria y metabólica; además, mantiene una estimulación continua positiva, al escuchar la voz, los ruidos y el arrullo maternos y al tener lactancia materna exclusiva. Esto se ha probado con amplia evidencia científica y mejora ostensiblemente el pronóstico de vida del niño.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (s. f.). Bebé pegado al seno de su mamá [fotografía]. Tomada de https://www.unicef.org/dominicanrepublic/sites/unicef.org.dominicanrepublic/files/UNICEF-Dominican-Republic-BolivarOrozco-1...Web_.png
La tetanalgesia es un procedimiento sencillo y noble que permite brindar una atención, respetando la sensibilidad del recién nacido.
Como has revisado, la tetanalgesia ayuda en procesos clínicos para disminuir el estrés a recién nacidos, que son sometidos a procesos dolorosos o estresantes, con objeto de atenuarlos.
Existen actualmente parámetros que nos permiten valorar el nivel y calidad de dolor del recién nacido cuando se les somete a procesos dolorosos o agresivos; estas manifestaciones pueden ser conductuales, fisiológicas y bioquímicas.
Fuentes de información
Básicas
Giannakoulopoulus, X., Sepúlveda, W., Kourtis, P., Glover, V. y Fisk, N. M. (1994, 9 de julio). Fetal plasma cortisol and beta-endorphin response to intrauterine needling. The Lancet, 344(8915), 77-81.
Gómez-Gómez, M. y Danglot-Banck, C. (2007, septiembre-octubre). Dolor en el niño recién nacido hospitalizado. Revista Mexicana de Pediatría, 74(5), 222-229.
Grunau, R. E., Weinberg, J. y Whitfield, M. F. (2004, julio). Neonatal procedural pain and preterm infant cortisol response to novelty at 8 months. Pediatrics, 114(1), 77-84.
Grunau, R. V. E. y Craig, K. D. (1987, marzo). Pain expression in neonates: facial action and cry. Pain, 28(3), 395-410.
Shah, P. S., Aliwalas, L. L. y Shah, V. (2006, 19 de julio). Lactancia o leche maternal para los procedimientos dolorosos en los neonatos. Cochrane Library.
Villani, A. y Serafini, G. (2006). Anestesia neonatal y pediátrica. Elsevier.
Complementarias
Anand, K. J. S. (2000). Effects of perinatal pain and stress. Progress in Brain Research, 122, 117-129.
Fitzgerald, M. y Beggs, S. (2001, junio). The neurobiology of pain: developmental aspects. The Neuroscientist, 7(3), 246-257.
Levin, A. (1999, abril). Humane neonatal care initiative. Acta Paediatrica, 88(4), 353-355.
Vieira, M. (2003, marzo-abril). La iniciativa de humanización de cuidados neonatales. Andes Pediátrica, 74(2), 197-205.
Cómo citar
Martínez, A. y López, L. (2023). Tetanalgesia. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/Facultad de Medicina-UNAM. (Vínculo)