Reflexionar sobre la ética y la moral a través del estudio de las doctrinas éticas es importante para comprender la conducta humana. En esta unidad, se han seleccionado dos de las doctrinas fundamentales que han trascendido a nuestra práctica actual: la teoría ética en Aristóteles y en Kant. A través de su conceptualización y características, podrás reforzar argumentos a favor de una ética bien implementada en la conducta diaria.
Decisión
Empecemos por revisar la filosofía aristotélica.
¿Sabes qué es el justo medio?
El justo medio, según Aristóteles, es la práctica de la virtud que se define con la recta razón que tiene el hombre prudente (se consideraba “prudente” a la persona con sabiduría adquirida por el buen conocimiento y una vida recta). El término medio es una posición intermedia entre el exceso y el defecto, lo que apunta al equilibrio en el actuar. Ni puro razonamiento ni pura pasión; se debe elegir el término medio y no el exceso ni el defecto.
Aristóteles
La filosofía moral de Aristóteles se fundamenta en las enseñanzas de Platón y Sócrates; la sustenta en la teoría de la persona humana, donde la esencia de la persona es la racionalidad (la inteligencia que conoce y la voluntad que busca el bien).
Ética y hombre
Hábitos buenos = virtudes
Somos lo que hacemos repetidamente; por lo tanto, la
excelencia no es una acción, es un hábito.
Aristóteles
Ahora bien, seamos conscientes de que siempre —sí, siempre— hay consecuencias en todo lo que hacemos. El efecto acumulativo, ya sea de buenos o de malos hábitos, generará consecuencias irremediables para bien o para mal; de ahí que siempre se cosecha lo que se siembra; recuerda que tenemos libertad de acción, pero las consecuencias siempre son directamente proporcionales a lo que hacemos y vamos construyendo; por lo tanto, hay que construir virtudes y no vicios.
¿Qué es la virtud?
La virtud es una cualidad estable y adquirida que facilita los actos honestos, en cuanto a que se repiten y dejan en el sujeto una huella que facilita la buena conducta. No hay virtudes innatas, todas se adquieren con base en esfuerzo y repetición, aun cuando hay predisposiciones desde el nacimiento que se encuentran en potencia y no se convierten en virtud, hasta que se trabajan de manera voluntaria y libre (Gutiérrez, 1994).
Para lograr dicho perfeccionamiento, es necesario desarrollar hábitos buenos o virtudes, cuyas características son las siguientes:
¿Cómo reconocer que un hábito es una virtud?
Son aquellas cualidades o disposiciones que están en equilibrio y que te llevan a ser mejor persona (Aristóteles les llama “el justo medio”); esto quiere decir que se encuentran entre el defecto y el exceso; para definirlas, basta con entender cuáles son los extremos de dicho hábito; es decir, se debe encontrar su defecto y su exceso y, así, se sabrá́ cuál es la conducta correcta; por ejemplo, la puntualidad.
El hábito de la puntualidad
Todos tenemos buenos y malos hábitos; el conjunto de éstos te hace ser la persona que eres; sin embargo, es importante que, con honestidad, los reconozcas y decidas el camino que quieres tomar.
Toma nota…
Los buenos hábitos te ayudan a tomar mejores decisiones y
convierten tu vida en una sucesión de aciertos. Los malos hábitos te meten en una “espiral de
lodo” que se complica cada vez más.
Ejemplos de justo medio
En la siguiente tabla, se explica que la virtud es la que está entre los extremos del defecto y el exceso; es decir, si no se tiene la virtud, se trata de un vicio, pero si se sobreutiliza, también se puede convertir en un vicio:
Justo medio
Como habrás notado, hay diferentes tipos de virtudes, que se clasifican de la siguiente manera:
Perfeccionan a la persona en cuanto a su bondad o la demeritan por su maldad; las conocidas universalmente son:
Virtudes morales
Perfeccionan el entendimiento; las conocidas universalmente son:
Storyset. (s. f.). Ilustración del concepto
de aprendizaje [ilustración].
Tomada de https://bit.ly/3fDcUV4
Beneficios de actuar con virtudes
Es momento de revisar la filosofía de Kant.
Immanuel Kant fue un teólogo profundamente preocupado por el tema de la conducta humana, en una época de grandes contrastes entre corrientes ideológicas con diferentes puntos de vista respecto a la manera de comportarse y dirigir la conducta. En lo que respecta a conceptos como el bien y el mal, Kant considera que los actos no son buenos o malos en sí, sino que ello depende del sujeto que las lleve a cabo. De hecho, lo moral no es el acto en sí, sino el propósito que existe detrás de él; por lo tanto, los valores y principios universales están subordinados a las propias motivaciones del interés personal. Esta teoría ha dado pie a muchas corrientes de conducta actuales.
Elaboración con base en Johns Hopkins University. (2012). Immanuel
Kant [imagen].
Tomada de https://bit.ly/3znbuoZ
El imperativo categórico
El imperativo categórico nos dice que actuemos de acuerdo con máximas (normas o reglas) que podamos querer como leyes universales; es decir, éste nos indica si nuestras razones para la acción son correctas o incorrectas, buenas o malas. El imperativo categórico exige incondicionalmente que hagamos ciertas cosas o que las dejemos de hacer; uno debe, por ejemplo, respetar a los demás sin importar lo que uno piense, quiera o desee.
Kant, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, establece tres formulaciones del imperativo categórico:
A partir de estas formulaciones, toma en cuenta lo siguiente:
Ilustración de Kant
Para Kant, el fin que asegura la felicidad y la rectitud moral de la propia conciencia es el cumplimiento de la ley por el puro respeto a la ley, el del deber por el deber, sin tratar de conseguir un bien concreto.
Toma nota…
La moralidad de un acto radica exclusivamente en la intención
de la persona, quien debe comprometerse a obedecer solamente su voluntad y a cumplir una máxima
moral personal que le permita descubrir cuando se deje llevar por el egoísmo.
A esta máxima se le conoce como el imperativo categórico, que tiene dos formulaciones principales:
Con la ayuda de estas dos fórmulas, una persona podría ir encontrando cuál es su deber particular en un caso concreto:
El imperativo categórico da a la persona una autonomía completa; es decir, debe actuar por sí misma, de acuerdo con el deber emanado de su propia razón, sin aceptar coacciones, motivaciones o subordinaciones externas a ella misma (a eso Kant lo llama "heteronomía"; es decir, los demás).
Kant subraya la autonomía que, al parecer, debe despreciar la heteronomía; sin embargo, no hay razón para desechar los mandatos emanados de una autoridad legítima; “el hombre es razón participada, no razón a secas, y por eso ha de vivir en una autonomía mezclada con heteronomía” (De Finance, 1988, p. 223). El hecho moral lo explica con tres condiciones de posibilidad:
En el fondo, lo que busca Kant es:
Sin embargo, la filosofía de Kant tiene ciertas contradicciones…
Contradicciones de la doctrina ética de Kant
Entonces, podemos decir que si cada persona define los valores dependiendo a su situación, intereses o circunstancias las consecuencias serían fatales para la humanidad, ya que se perdería todo sentido de orden, valor, principios y prioridades, y terminaría la sociedad en un relativismo absoluto.
En resumen, la siguiente tabla muestra los aspectos generales de las teorías revisadas:
Resumen de las doctrinas éticas
Ha sido constante el estudio de las conductas humanas desde distintas teorías éticas; no obstante, como habrás estudiado, el actuar humano no debe ser reducido a la intención del acto que rige la manera de comportarse, sino a la elección de conductas racionales que nos permitan alcanzar la virtud (entendiéndola como perfeccionamiento, felicidad y lo único que debe perseguirse), a través de acciones buenas y adoptando hábitos buenos que promuevan la autonomía en la realización de un acto, que nos proporcionen equilibrio y que nos permitan tomar mejores decisiones en la vida diaria y en el ámbito profesional.
Para Aristóteles, la virtud es la que nos guía en la correcta toma de decisiones a través del desarrollo de hábitos que nos permite establecer un punto medio, rechazando el exceso y el defecto.
Como lo estudiaste, una de las doctrinas que ha sido la base para muchas corrientes de conductas actuales es el imperativo categórico de Kant y, aunque su filosofía tiene ciertas contradicciones, permite hacer una reflexión sobre la conducta y los valores universales.
La teoría ética en Aristóteles nos habla de principios y valores universales que sirven para desarrollar virtudes que permiten alcanzar un equilibrio o justo medio entre los hábitos de las personas; tal como lo estudiaste, el justo medio tiene como finalidad que cada persona busque su propio bien; es decir, su felicidad.
Fuentes de información
Bibliografía
Aristóteles. (1985). Ética nicomáquea. (J. Pallí, trad.). Porrúa.
De Finance, J. (1988). Éthique générale. (2.a ed.). Gregorian and Biblical Press.
Gutiérrez, R. (1994). Introducción a la ética. (27.a ed.). Esfinge.
Martínez, M. (2001). Ética con los clásicos. Plaza y Valdés Editores.
Sanabria, J. R. (2001). Ética. (7.a ed.). Porrúa.
Documentos electrónicos
Piñón, F. (2013, enero-junio). El problema ético en la filosofía de Kant. Política y Cultura, (39), 99-112. https://www.redalyc.org/pdf/267/26727013006.pdf
Cómo citar
Collado, N. (2023). Doctrinas éticas. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/Facultad de Medicina-UNAM. (vínculo)