Introducción
Desde finales del siglo XIX hasta el día de hoy, la labor de los museos ha sido resguardar y exhibir el patrimonio artístico-cultural. A lo largo de los siglos, estos espacios han atravesado cambios, desde la materia o la estética de las piezas que resguardan, hasta la forma de mostrarlas.
A inicios del siglo XIX, la preocupación era coleccionar diferentes objetos ritualísticos o de culto, así como retratos de la realeza. Esta forma de exhibir es muy similar a lo que hoy se conoce como galería, en donde sobre paredes o mesas se colocan diferentes agrupaciones de piezas artísticas. A inicios del siglo XX, con el surgimiento de las vanguardias, todo cambió. Artistas como Marcel Duchamp (1887-1968) y Andy Warhol (1928-1987) cuestionaron las políticas de los museos y abrieron paso al arte conceptual; lo anterior al introducir objetos cotidianos en las exposiciones y, con ello, posicionarlos como arte.
Fue en la década de los 90 cuando nació la crítica institucional. A través de un conjunto de prácticas artísticas y teóricas se buscó replantear y cuestionar las labores de las instituciones culturales. Las aspiraciones de los museos se convirtieron en un espacio activo de encuentro, aprendizaje y convivencia para artistas y espectadores, así como de gestión de proyectos curatoriales y exposiciones críticas frente al contexto sociopolítico.
En la presente UAPA estudiarás las principales características del museo, desde finales del siglo XIX y hasta la época contemporánea; además, identificarás tanto a los artistas y propuestas que han impulsado los cambios en la configuración y función del museo, como la relación entre el espacio museístico y el espectador. Todo lo anterior hará posible que puedas adoptar una perspectiva crítica en torno a la institución museística.
Objetivo
Reconocer las características y funciones de los museos entre el siglo XIX y XXI, mediante la revisión de los cambios en las propuestas artísticas de los distintos momentos históricos, para el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo sobre el panorama actual de los museos.
La relación entre la obra de arte y el espacio de exhibición
La función tradicional y decimonónica de los museos y galerías era principalmente agrupar y coleccionar obras que cumplían ciertos estándares estéticos, tanto de forma como de contenido, que aludían a la élite, los gobernantes o al paisajismo. Durante la época se podían también incluir objetos de culto, religiosos o exóticos, extraídos de expediciones y exploraciones a cargo de las grandes potencias, como España, Inglaterra, Portugal y Francia.
Los museos y galerías coexisten y se transforman de acuerdo a su contexto sociocultural, histórico y artístico. Es por ello que los cambios en la escena del arte afectan directamente a los museos. Al coleccionismo exacerbado de finales del siglo XIX e inicios del XX lo frenaron las vanguardias plásticas. El objetivo de los artistas pertenecientes a estas prácticas era experimentar sobre su forma, expresión y construcción. La experimentación artística comenzó por explorar el material, el soporte y el contenido de las obras.
Así, durante la postguerra (1960), el arte dependía del mismo desarrollo del capital económico y de la clase social burguesa, ya que circulaba únicamente en museos y galerías de clase alta. Las vanguardias pretendían reivindicar el lugar del arte a través del ready-made, en donde la intención era postular cualquier significado dentro del museo, así como separar el valor utilitario del arte, pero que, a su vez, adquiriera un valor económico.
Las aportaciones de las vanguardias luego dieron paso a otras propuestas contemporáneas que se caracterizaron por anular la funcionalidad o utilidad tradicional de los objetos y mirar desde un punto distinto, cambiando la mirada sobre éstos; la intención era crear artefactos con nuevas significaciones, sin que se tuviera que transformar la materia. Estos artistas lograron ser posicionados en el mundo del arte por su giro conceptual, más que por el giro material.
Algunos de estos artistas son Jeff Koons, Andy Warhol, Richard Prince, Claes Oldenburg y Sherrie Levine.
Carrusel de imágenes
Después de esta apertura, los museos decidieron diversificar las propuestas que exhibían. Entonces podían entrar obras, intervenciones o registros que en otras épocas no eran concebidos como arte; tal es el caso del arte urbano.
La función y el objetivo principal de estas prácticas es la protesta, crítica y concientización social. Las mismas manifestaciones se han transformado y han explorado diferentes estéticas. Asimismo, han diversificado sus rasgos formales, que van más allá de letras o mensajes; se trata de composiciones completas que son un diálogo entre los muros de las ciudades y la misma producción de imágenes.
Actualmente, el arte urbano se ha empoderado, diversificado e, incluso, se exhibe dentro de museos y galerías.
A lo largo de los años, estas prácticas fueron una crítica al mismo concepto de arte y se han transformado con el contexto. Como resultado, se propició un panorama más diverso de imágenes y experiencias sensibles. Este nuevo contexto artístico y social impulsó y presionó a la institución para que también se transformara. Es por ello que, entre la década de los 60 y 70, nació la crítica institucional.
La crítica institucional es la metodología de análisis crítico sobre la especificidad del lugar y sus relaciones visibles, como lo es la obra y los espectadores; asimismo, cuestiona las relaciones y reflexiones en cuanto a la estructura, dominación, jerarquía y formas de poder (García, 2011).
El surgimiento de la crítica institucional es de suma importancia, debido a que en los siglos pasados el museo se conservaba únicamente como espacio de exhibición dedicado a la contemplación.
A continuación, observa la línea del tiempo que te ayudará a visualizar los cambios en cada una de las etapas y a comprender cómo estas propuestas de arte nacen en un contexto específico.
Siglo XIX
Los museos resguardaban obras con rasgos canónicos y las exposiciones que se desarrollaban eran de retratos de monarcas, personal de la corte, paisajismo o bodegones; además, mostraban objetos de culto, religión o exóticos (provenientes de las exploraciones).
Finales del siglo XIX
Los artistas comenzaron a cambiar sus prácticas y a experimentar sobre la forma; por lo tanto, las pinturas mutaron hacia las vanguardias como el abstraccionismo o el impresionismo, entre otras. A finales de este siglo aparecieron las primeras vanguardias: impresionismo, cubismo.
Siglo XX
El arte pretende ganar valor económico, sin que dependa de su utilidad directa en la sociedad, como sucedía anteriormente. Surgimiento de las neovanguardias: dadaísmo, ready-mades y postproducción. La experimentación entonces consistía en dar un giro conceptual, transformar la materia y la manera de ser vista, y no en la experimentación formal. Estos artistas lograron ser posicionados en el mundo del arte por su giro conceptual, más que por el giro material.
Finales del siglo XX
Las propuestas dentro de los museos se diversificaron; comenzaron exposiciones de street art (arte urbano e intervención en los espacios públicos) y se integró el performance e instalaciones dentro de los museos.
Siglo XXI
El museo es concebido como un espacio para experiencias sensibles y significativas en la educación y la formación. La crítica institucional permite que se creen diferentes tipos de proyectos curatoriales y se asignen actividades específicas para darle un rol activo al espectador. El museo es un espacio de encuentro para artistas, gestores y espectadores.
Actividad. Propuestas artísticas de los siglos XIX y XXI
Existen diferentes propuestas artísticas, cada una de las cuales surgió en un contexto específico e impulsó cambios en el museo: la obra de arte está directamente ligada al espacio que la resguarda y exhibe; por ello, es fundamental que reconozcas el periodo en el que surgieron las piezas.
Definición y función actual del museo
Tras la discusión histórica y el reconocimiento sobre la manera en la cual se transformaron las propuestas artísticas, puedes acercarte más a una comprensión crítica del museo.
La definición más reciente del término museo fue emitida por el ICOM (Consejo Internacional de
Museos), en el año 2004, el cual lo entiende como una institución permanente no lucrativa, al servicio de
la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con
propósitos de estudio, educación y deleite, la evidencia tangible e intangible de los pueblos y su
entorno
(Dorado, Martínez y Linares, 2015, p. 53).
Por lo tanto, podemos afirmar que los museos son espacios y centros depositarios y gestores del patrimonio de la humanidad. Las piezas que resguardan son de alto valor histórico y artístico, ya que reflejan conocimientos, valores y pensamientos de aquellos que las crearon en un contexto, cultura y época determinados.
La función de los museos en la sociedad es fundamental para conservar y preservar el patrimonio, además de ser parte del espacio esencial en donde se dan relaciones históricas de poder relevante, debido a que desde estos espacios se genera el comercio y el mercado del arte, la compra-venta, el seguro, la visualización de piezas de arte, así como el patrimonio de objetos y documentos de valor histórico y artístico.
Además, se le suman actividades educativas para diferentes sectores de la sociedad, así como la diversificación de manifestaciones no únicamente plásticas.
¿Sabías que…?
El MoMA https://www.moma.org/, el Reina Sofía https://www.museoreinasofia.es/ y el Met https://www.metmuseum.org/ son los museos con más propuestas educativas sobre el espectador y el uso del museo como un espacio activo para la reflexión y la experiencia sensible. En los enlaces aquí incluidos puedes explorar sus actividades.
Museos en la actualidad
En sus inicios, los museos funcionaron como enormes galerías que contenían diferentes objetos; éstos podían aludir al conocimiento científico o médico, al arte, los viajes o la decoración, por ejemplo. A partir de los cuestionamientos al museo y los cambios que se han generado a lo largo de los años, tal institución se ha especializado cada vez más, hasta generar espacios situados y dedicados a un solo eje.
Actualmente, los espacios de exhibición se han clasificado en diferentes rubros, para así resguardar y promover mejor sus colecciones; algunos ejemplos son arte, arqueológico, monográfico, histórico, ciencia o tecnología. De entre éstos los dos rubros principales son la ciencia y el arte.
Actualmente, sin importar la índole de cada museo, éstos buscan ser espacios de diálogo, disruptivos y críticos con sus exposiciones; además, intentan crear una experiencia única e irrepetible para el visitante, y ponen una especial atención a que el contenido vaya más allá de lo que puede encontrarse en Internet.
El equipo de trabajo
Aunque existan diferentes tipos de museos alrededor del mundo, siempre habrá dos figuras principales: el curador y el museógrafo, los cuales se encargan de conceptualizar y materializar las exposiciones. Cabe resaltar que el equipo está integrado también por educadores, conservadores, anfitriones, diseñadores gráficos y responsables de sala.
Fichero de conceptos
El curador
Se encarga de decidir las piezas, temática e investigación de la exposición. Genera los textos a muro, introductorios y fichas técnicas que acompañan a las piezas; además, elige el acomodo provisional de los objetos, de acuerdo al discurso de la exposición.
El museógrafo
Se encarga de los saberes técnicos del acomodo de las piezas; por lo tanto, las coloca en los lugares más convenientes y seguros, como pueden ser las mamparas o vitrinas. Además de eso, junto con un diseñador, se encarga de la identidad gráfica y la decisión de los colores dentro de la exposición.
A lo largo de la UAPA has podido identificar los cambios que han experimentado las propuestas artísticas (paisajismo, bodegones, impresionismo, vanguardias, ready-made, street art, performance) y cómo éstos han impactado en la función y el uso de los museos que resguardan y exhiben estas colecciones, además de identificar las características de los tipos de museos (arte y ciencia) y sus exposiciones, así como las labores del personal del museo: el museógrafo y curador, quienes trabajan en conjunto para que las piezas y el discurso de la exposición tengan relación y las exposiciones tengan coherencia e impacto dentro de los museos.
Autoevaluación. Cambios de las propuestas artísticas y los museos (siglos XIX a XXI)
La labor de los museos desde finales del siglo XIX y gran parte del XX ha sido resguardar y exhibir el patrimonio artístico-cultural. A lo largo de los siglos, estos espacios han atravesado cambios, algunos de los cuales han abarcado desde las piezas que se resguardan, hasta la manera de mostrarlas.
Fuentes de información
Bibliografía
- Bourriaud, N. (2004). Postproducción. La cultura como escenario: Modos en que el arte reprograma el mundo contemporáneo. Adriana Hidalgo.
- Dorado, Y., Martínez, A. y Linares, C. (2015). Museología y ciencias de la información: notas sobre sus vínculos, 11(11), 53.
- Foster, H. (2001). ¿Quién le teme a la neovanguardia? En El retorno de lo real: La vanguardia a finales de siglo. Akal.
- Longoni, A. y Mestman, M. (2004). After pop. We dematerialize. Oscar Masotta. Happenings and media art at the beginnings of conceptualism. The Museum of Modern Art.
Documentos electrónicos:
- García, I. M. (2011). ¿La nueva crítica institucional? [Versión electrónica]. Universidad Complutense de Madrid. https://ler.letras.up.pt/uploads/ficheiros/10365.pdf
Cómo citar
Jonard, N. D. (2023). Los cambios en los museos y las propuestas artísticas a través del tiempo (s. XIX-XXI). Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia-UNAM. (Vínculo)