La técnica de relajación muscular progresiva es una de las herramientas más utilizadas, debido a las bondades que ofrece como: eficacia, facilidad de la aplicación, beneficio en el control del cuerpo y la mente, aplicación simultánea con otras técnicas y economía. Este tipo de intervenciones puede ser usado en diferentes campos (clínico, de la salud, organizacional, educativo, por mencionar algunos). Otra gran ventaja de esta técnica es que no requiere de material especial o ex post facto para realizarse.
Asimismo, es una estrategia que puede ser autoaplicable para combatir la tensión, insomnio, problemas leves del sueño, síntomas físicos relacionados con la ansiedad y como preparación para enfrentar situaciones que se vivan como adversas o complicadas de manera efectiva (un examen, una exposición oral, entre otros eventos).
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, generalmente se asocia con ansiedad, depresión, frustración y enojo. El estrés es una reacción fisiológica que consiste en la activación del sistema nervioso, en donde se experimenta una amenaza del exterior, la cual se intenta combatir mediante parálisis, lucha o huida.
El estrés se origina cuando el cerebro percibe o interpreta una amenaza de tipo interno o externo, como consecuencia de ello se libera mayor adrenalina; los pulmones se llenan de oxígeno para mantener los músculos preparados para funcionar al máximo, la respiración se hace rápida y superficial; los músculos se contraen con la finalidad de prepararse para pelear o huir; el corazón aumenta la cantidad de latidos para bombear mayor cantidad de sangre hacia las extremidades; la digestión se disminuye para darle prioridad a los músculos; el hígado segrega grandes cantidades de glucosa para mantener nutridos los grupos musculares; el páncreas libera menos insulina para que los niveles de glucosa se mantengan altos; y el sistema inmunológico se deprime, lo que facilita la presencia de infecciones y agentes patógenos (Chóliz, s. f.).
Los síntomas ligados al comportamiento o malestares que se reportan ante un evento de estrés pueden ser: ataques frecuentes, depresión constante y persistente, consumo o abuso de sustancias tóxicas, onicofagia (comerse las uñas), pérdida de memoria, dificultades para concentrarse, fatiga, problemas para dormir, ataques de pánico, sudoraciones, dolor en el pecho, impaciencia, llanto fácil, tics, entre otros.
Tipos de estrés:
Básicamente existen dos tipos, el primero es el estrés agudo; éste se caracteriza por ser breve, transitorio y nos permite poseer la tensión suficiente para impulsar al sujeto hacia una actividad o reto; también se le llama estrés positivo. Mientras que el segundo es el crónico o estrés negativo, su presencia es mayor, constante, se produce debido a estímulos repetitivos y puede dañar la salud. También se habla de estrés episódico, que se presenta ante un evento específico y delimitado generador de estrés, hasta que se resuelve el problema.
El estrés se puede identificar por medio de signos y síntomas; además, no necesariamente representa un aspecto negativo, ya que cuenta con ventajas y desventajas.
El estrés positivo o eustrés favorece la creatividad, la iniciativa, la motivación y otras recompensas que pueden promover nuevos proyectos, retos e innovaciones. Además, contribuye en la activación del sistema nervioso; éste permite la movilidad, la comunicación, proactividad y liderazgo. Siempre apunta hacia la vitalidad.
El estrés negativo conlleva muchos efectos adversos en la salud, acelera el proceso de envejecimiento, afecta el estado de ánimo debido a la falta de descanso físico o mental, produce el desequilibrio de los procesos fisiológicos, dificulta la resolución de problemas, promueve la aparición de patologías y padecimientos, así como la sensación de peligro constante e, incluso, actitudes o conductas defensivas (Fernández, s. f.).
Como puedes observar, para evitar que nuestra salud mental y física se vean perjudicadas por el estrés es importante minimizar sus efectos negativos; en este sentido la relajación es la técnica más utilizada para atender al estrés. A continuación, podrás revisar en qué consiste.
La relajación puede definirse como el estado que adquiere el cuerpo para contrarrestar el estrés y la tensión. Es un estadio de equilibrio, reposo o descanso. El efecto de la relajación impacta en lo físico, en lo emocional y en lo espiritual.
La relajación es un estadio importante para el ser humano; ya que permite que el organismo funcione optimizando la energía, sin forzar los órganos y mejorando el bienestar general. Una persona relajada tiene múltiples características como: postura en reposo, suavidad de los músculos de la cara, salud física que se encuentra dentro de los parámetros de normalidad general y un estado de ánimo calmo y ecuánime.
Es cualquier método, procedimiento o actividad que ayuda a una persona a reducir su tensión física y mental. El objetivo principal es alcanzar el equilibrio y la homeóstasis. Algunos ejemplos de técnicas de relajación desde la psicología son: mindfulness, respiración profunda, imaginación guiada, relajación muscular, entre muchas otras.
La relajación puede lograrse mediante múltiples actividades que proporcionan descarga de energía y generan satisfacción; no necesariamente deben ser prescritas por un psicólogo. Algunas actividades que cumplen este fin son: leer, escuchar música, practicar yoga, realizar ejercicio, bailar, recibir masajes, reír, jugar, caminar, salir con amigos, mirar películas, por mencionar las más comunes.
Generalmente se destinan pocos minutos para su realización, no se requiere demasiada capacitación o formación, muchas de las técnicas son autoaplicables, reducen rápidamente la activación somática y autónoma, brindan una sensación inmediata de bienestar y tranquilidad, además de reducir la activación motriz considerablemente.
Las técnicas son muy útiles en casos de ansiedad, crisis psicoemocional, pánico, ira, angustia, miedo, estrés y tensión, incluso ante casos de desastres naturales (Vera y Vila, 1998).
La técnica de relajación muscular progresiva es un ejercicio que permite relajar los distintos grupos musculares, con el fin de disminuir problemáticas como úlceras, insomnio e hipertensión (Ruíz, Díaz y Villalobos, 2011).
El creador de esta técnica fue el médico estadounidense Edmund Jacobson, quien supuso que la ansiedad y sus efectos podían ser eliminados mediante la relajación voluntaria de los músculos de forma paulatina y secuenciada.
La importancia de esta técnica es que puede ayudar a enfrentar situaciones de estrés y es posible aplicarla en cualquier momento. Además, fortalece habilidades de autocontrol.
Entrenar al sujeto para que controle y maneje su cuerpo, que aprenda a relajar los distintos músculos para eliminar la tensión, la ansiedad y los sobresaltos emocionales con el fin de alcanzar un correcto funcionamiento físico y emocional; así como fomentar el hábito de la repetición para mantener el equilibrio y bienestar general.
Para comenzar, es importante contar con un espacio físico en condiciones de silencio y limpieza adecuadas, sin distracciones notorias, con luz tenue, un asiento cómodo y con suficiente espacio alrededor, y que el paciente o a quien se le va a aplicar tenga ropa cómoda y holgada, sin alhajas u objetos que resulten incómodos. El uso de zapatos es opcional. También es importante que se genere un acercamiento cálido, se busque una sensación de familiaridad y de aceptación entre quien aplicará la técnica y quien la recibirá.
Para llevar a cabo la técnica de relajación muscular progresiva, se necesita seguir una serie de pasos antes, durante y después de la intervención.
Las actividades que nos permiten relajarnos en la cotidianidad pueden ir desde leer, salir con otras personas, bailar, escuchar música, caminar, reflexionar sobre la situación que nos causa inquietud, entre otras posibilidades. Pues bien, en psicología tenemos ejercicios y técnicas como el mindfulness, la meditación trascendental, la respiración profunda y la relajación muscular.
En muchos textos podemos revisar cómo se lleva a cabo la relajación muscular progresiva; pero pocas nos guían paso a paso para efectuar las etapas de forma pormenorizada.
Por su eficacia, fácil aplicación, compatibilidad con otras técnicas y economía, la técnica de relajación muscular progresiva es una de las más empleadas. Para practicarla, debes reconocer tanto sus rasgos distintivos, como los pasos para llevarla a cabo.
Fuentes de información
Documentos electrónicos
Chóliz, M. M. (s. f.). Técnicas para el Control de la Activación: Relajación y Respiración. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia. http://www.uv.es/=Choliz/RelajacionRespiracion.pdf
Fernández, C. (s. f.). Modificación de Conducta. Curso de Preparación PIR. http://www.cop-asturias.com/blogpir/uploads/file/pdf/M-Conducta.pdf
(s. a.) (s. f.). Guía para el estrés. http://www.issste.gob.mx/images/downloads/instituto/prevencion-riesgos-trabajo/Guia-para-el-Estres.pdf
Ruíz, M. A., Díaz, M. I. y Villalobos, A. (2011). Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo-Conductuales. https://www.edesclee.com/img/cms/pdfs/9788433025357.pdf
Tappe, J. (s. f.). Técnicas de relajación. http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-ejer/relajacion.pdf
Videos
Estampas (s. f.). 8 técnicas para relajarse [video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=nnpb3doYsbI
Guerrero, G. (23 de junio de 2013). La relajación progresiva de Jacobson [video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=b6bWNVZlX4A
Inforges (24 de febrero de 2014). Técnica de Relajación muscular progresiva [video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1Oh6Xz8VkVM
Cómo citar
Sandoval, C. (2020). Relajación muscular progresiva. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/FES Iztacala-UNAM. (Vínculo)