La educación para la salud es un tema prioritario en materia de prevención de las enfermedades.
Desde una perspectiva de promoción de la salud, se pretende el fortalecimiento de hábitos saludables como son una buena alimentación, actividad física, respetar las horas de sueño y descanso, entre otras.
Algunos autores plantean como equivalente la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. En esta unidad se revisarán las principales similitudes y diferencias entre promoción de la salud y prevención de la enfermedad, además se presentarán diferentes estrategias informativas.
Por otro lado, se buscará clarificar la importancia del psicólogo de la salud en la prevención de la enfermedad, así como sus ámbitos de intervención escolar, comunitaria e institucional.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas son la principal causa de mortalidad y representan más de 60 % del total de las defunciones en el mundo.
Ocho de cada 100 000 personas presentan una o varias enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes, hipertensión, etcétera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la Salud como: “un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”. De acuerdo con la UNESCO (1997), desde que se identificó el papel esencial de la educación para la salud, se ha mejorado ésta a nivel mundial. Se ha dado una disminución en las enfermedades infecciosas que llevaban a la muerte; además, se han erradicado o se encuentran controladas, como es el caso de la tuberculosis y el sarampión.
En países como México, que se encuentran en vías de desarrollo, se experimenta un incremento de problemas de salud relacionados con el estilo de vida, como es la hipertensión, enfermedades cardiacas, diabetes, entre otras, aunados al alto índice de enfermedades infecciosas.
(s.a.) (2016) Píldora, Cápsula, [imagen] Tomada de https://pixabay.com/es/illustrations/p%C3%ADldora-c%C3%A1psula-que-vuelan-muchos-1884777/
Por otro lado, es importante resaltar que lo que se define como salud o enfermedad, como bienestar o malestar, además de relacionarse con factores individuales y biológicos, está relacionado con el entorno social y cultural, es decir, cada cultura establece lo que es salud y enfermedad y la manera de atenderse, de allí la dificultad para transformar patrones que se encuentran arraigados en la cultura y que limitan o dificultan el acceso a la salud.
Por ejemplo, hay zonas rurales donde algunos hombres piensan que el uso de anticonceptivos favorece la promiscuidad, sin darse cuenta de que lo que favorece es la reproductividad, las complicaciones de parto y los riesgos materno-infantiles.
De allí la importancia de que los países formulen políticas públicas encaminadas a mejorar la calidad de vida, a través de la promoción y educación de y para la salud, pues de acuerdo con la UNESCO (1997), la promoción de la salud y la educación para la salud tienen como propósito mejorar el acceso a la información y a los servicios relacionados con la salud, con el fin de que la gente obtenga un mayor control sobre su propia salud y su propio bienestar.
La educación para la salud se puede dividir en dos grandes rubros:
De acuerdo con la OMS, la promoción para la salud permite que las personas tengan un mayor control de su propia salud. Abarca una amplia gama de intervenciones sociales y ambientales, destinadas a beneficiar y proteger la salud y la calidad de vida individuales, mediante la prevención y solución de las causas primordiales de los problemas de salud, y no concentrándose únicamente en el tratamiento y la curación.
Algunos profesionistas asocian la promoción de la salud con prevención de enfermedades, aunque de acuerdo con Guzmán (2012), la mayoría de los profesionistas piensan que promoción de la salud equivale a dar pláticas, talleres, entregar folletos, etc., en lugar de pensar en términos de mejorar la calidad de vida.
En 1986, la OMS convocó en Ottawa a una reunión cuyo lema fue “Salud para todos para el año 2000”. En dicha reunión se propuso la Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, donde se invita a los países a participar activamente en la promoción de la salud.
La promoción de la salud tiene tres componentes esenciales que enseguida se muestran:
La promoción de la salud requiere que los gobiernos incluyan, dentro de sus acciones, una política sanitaria, la cual debe ser apoyada por la iniciativa privada. Por otro lado, es responsabilidad de cada país diseñar políticas públicas que promuevan la salud, tomando en cuenta las características demográficas, geográficas, sociales y culturales.
Se refiere a la difusión de información que permita que las personas puedan elegir opciones saludables, por ejemplo, respecto a su alimentación y a los servicios de salud que necesitan.
Cada ciudad, a través de los servicios públicos y privados de salud, tiene un papel principal en la promoción de la buena salud; por lo que resulta importante llevar a cabo una planeación urbana que permita poner en práctica medidas preventivas.
Existen tres niveles de prevención de enfermedades para trabajar en la educación para la salud.
Prevención Primaria: Se trata de medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud, mediante el control de los factores causales y los factores predisponentes o condicionantes (OMS, 1998).
El objetivo es disminuir la incidencia de una enfermedad. Por ejemplo:
(s.a.) (2013) Condón, Sexo Seguro, Sida, Apoyo, Salud. [Imagen ]
Tomada de https://pixabay.com/es/photos/cond%C3%B3n-sexo-seguro-sida-l%C3%A1tex-538602/
Prevención Secundaria: Destinada al diagnóstico precoz de la enfermedad, es decir, se da en sujetos “aparentemente sanos”. Comprende acciones como el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno. En la prevención secundaria, el diagnóstico oportuno, la captación y el tratamiento a tiempo son indispensables.
Pretende reducir la prevalencia de una enfermedad. Por ejemplo:
(s.a.) ( 2018) Mujer, Persona [Fotografía] Tomada de https://pixabay.com/es/photos/mujer-persona-escritorio-trabajo-3187087/
Prevención Terciaria: Acciones destinadas a la recuperación de la enfermedad clínicamente manifiesta mediante un diagnóstico, tratamiento y recuperación física y social. Pretende minimizar el sufrimiento causado por perder la salud, facilitar la adaptación a problemas incurables y prevenir las recidivas, por ejemplo:
(s.a.) (2012) Discapacitados, Sillas de ruedas [Imagen] Tomada de https://pixabay.com/es/photos/discapacitados-silla-de-ruedas-72211/
De acuerdo con Ricárdez y López (2006), existen diversas estrategias para realizar una intervención educativa. A continuación se presenta el modelo que nos muestra diferentes categorías, desde lo más general a lo más especializado:
Has visto la variedad de estrategias, tanto para la promoción de la salud como para la prevención primaria y secundaria de la enfermedad, así como la importancia de contar con personas especializadas en el tema para llevar a cabo dicha labor.
Por otra parte, destaca la importancia de la participación del psicólogo de la salud en las tareas de prevención en clínicas y centros de salud, a nivel comunitario; en consulta privada o pública, en centros educativos de todos los niveles, tanto privados como públicos, a nivel individual y grupal.
Hasta este momento has revisado las diferentes estrategias utilizadas en la promoción y educación de la salud, así como prevención primaria y secundaria de la enfermedad.
Establecer estrategias de promoción y prevención de la salud conlleva la participación de personas especializadas; es por ello que el psicólogo de la salud realiza tareas de prevención en clínicas y centros de salud, en consulta privada o pública, en centros educativos de todos los niveles, por lo que es importante conocer qué tipo de estrategias puedes utilizar en esta área.
Fuentes de información
Bibliografía
Julio, V., Vacarezza, M. y Sosa, A. (2011). Niveles de atención, prevención y atención primaria de la salud. Archivos de Medicina Interna, XXXIII (1) pp. 11-14.
Martínez, J. (2012). Promoción de la salud. Madrid: Ediciones Paraninfo.
Oblitas, L. (2014). Psicología de la salud y calidad de vida. México: Cengage Learning.
Documentos electrónicos
Carta de Otawwa para la Promoción de la Salud [Versión electrónica]. Consultada el 21 de junio de 2018 de http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/promocion/2_carta_de_ottawa.pdf
Declaración de Yakarta sobre la Promoción de la salud en el siglo XXI [Versión electrónica]. [Versión electrónica]. Consultada el 21 de junio de 2018 de http://www.who.int/healthpromotion/conferences/previous/jakarta/en/hpr_jakarta_declaration_sp.pdf
Bibliografía
Guzmán, L. (2012). Introducción a la promoción de la salud. México: UACM.
OMS. (2012). 28 Conferencia Panamericana: Resolución CSP28.R13 Estrategia para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles.
Ricárdez, N. y López, G. (2006). Construcción de Cultura Ciudadana. Carpeta metodológica. México: Instituto de las Mujeres del Distrito Federal.
Salleras, L. (1994). La medicina clínica preventiva. El futuro de la prevención. Medicina Clínica 102 (1) pp. 5-12.
UNESCO. (1997). Educación para la salud: Promoción y educación para la salud. Hamburgo: CONFITEA V.
Documentos electrónicos
OMS. (s. f.). ¿Qué es la promoción de la salud?. Recuperado de: http://www.who.int/features/qa/health-promotion/es/
Cómo citar
Parra, E. (2018). Educación para la salud. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/FES Iztacala-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)